Dentro de la caja encontraréis 52 cartas con las criaturas más extravagantes que os podáis imaginar. ¿Queréis un oso fusionado con una abeja? ¿O un orangután con cabeza de león? Aquí los tenéis. Para empezar a jugar, solo hace falta barajar y repartir. Cada jugador recibe 5 cartas, listas para jugar en la mano, y 5 más que se reservan boca abajo. Este conjunto de 10 cartas forma el plantel de criaturas que enviarás a la batalla con el objetivo de derrotar a tu rival. A continuación, cada jugador toma tres cartas más boca abajo que servirán como marcadores de puntos de vida. Finalmente, cada jugador toma dos cartas de Mindbug.
En su turno, los jugadores podrán hacer una de las siguientes acciones: jugar una carta o bien atacar con una criatura. Si optan por la primera opción, deberán bajar una de las cartas de la mano a la zona de juego. A continuación, el rival deberá decidir si usa uno de sus Mindbug. En el caso de que decida hacerlo, tomará el control de la criatura y resolverá sus efectos como si la acabase de jugar desde su mano. A cambio, el jugador activo que ha perdido el control de su carta puede volver a jugar un turno. Por otro lado, si el jugador decide atacar, deberá elegir una de las cartas de la zona de juego para luchar. El oponente deberá seleccionar una de sus criaturas para bloquear el golpe o perder una vida. Si se enfrentan dos monstruos, ganará el que tenga el valor de poder más alto. Y si uno de los jugadores pierde sus 3 puntos de vida… ¡La partida termina!